Si el alma fuera un reloj, Chéjov sería el relojero. Alguien que conoce perfectamente sus entrañas y que sabe cómo es cada una de sus piezas y cómo funcionan sus engranajes. Lo que hizo a lo largo de su vida fue estar metido dentro, contando lo que ocurre, cómo opera ese mecanismo y qué sucede con esas criaturas condenadas un día a morir y que, mientras tanto, se afanan en ir llenando el hueco de las horas.

Desde el principio de su obra emergen ya esos personajes que tan bien supo trazar con dos pinceladas y, poco a poco, entre los pliegues de cada sonrisa, se introduce una minúscula sacudida.

La prueba

Una joven actriz de provincias se somete a la primera prueba de casting de su vida para poder participar en un montaje teatral del autor.

Los perjuicios del tabaco

La historia que se narra comienza cuando Iván Ivanovich Niujin se dispone a pronunciar una conferencia sobre lo dañino del tabaco. Esta situación, en apariencia sencilla y sin mayores complicaciones, conduce al protagonista por otro camino. La realidad se trastoca y la conferencia se transforma en una confesión: la de sus miserias, las de sus debilidades, la de una vida siempre postergada… La historia que se plantea transita un equilibrio inestable entre lo crudamente realista y lo absurdo, entre lo trágico y lo gracioso.

El oso

Un terrateniente llega muy malhumorado a casa de la viuda Popova para reclamar una deuda que había contraído su marido. Ella, amparándose en su tristeza y su enclaustramiento desde la reciente pérdida de su esposo, le niega el pago, con lo que comienza una discusión sin salida que va creciendo de tono, llegando incluso a retarse en duelo. Pero en su fuero interno cada uno está enamorado apasionadamente del otro, lo que llevará a una solución muy cómica del conflicto.

El arreglo

Concebido como un recuerdo del propio autor, Pável Yegórovich Chéjov, su padre, decide obsequiar a su hijo, que acaba de cumplir su mayoría de edad, con una visita a un prostíbulo, a fin de que pierda su virginidad y culmine el proceso de “ser hombre”. Las dudas e inseguridad del adolescente, unida a la propia indecisión del padre culminarán en un final muy diferente al esperado… Delicioso juguete cómico sobre una histórica tradición machista tratada con grandes dosis de ternura por el autor.

La petición de mano

Es una de las primeras obras cómicas de Anton Chejov, escrita en 1888. Una breve comedia en un acto donde Lomov, un terrateniente ruso solterón e hipocondríaco, se presenta en casa de su vecino Chubukov con la intención de pedir la mano de su hija Natalia, después de vivir toda una vida como vecinos. Pero la petición de mano se puede frustrar al caer la conversación en una discusión sobre las propiedades de unas tierras para luego discutir sobre cuál perro es mejor. Este hecho se convierte en el «juguete cómico» que nos propone Chejov, con situaciones absurdas, patéticas y poéticas que, a pesar de los años se siguen repitiendo.


El autor

Antón Pávlovich Chéjov (1860-1904) fue un escritor, dramaturgo y médico ruso. Es considerado un maestro del relato corto y una figura clave del realismo literario. Sus obras teatrales más famosas incluyen La gaviota, Tío Vania, Las tres hermanas y El jardín de los cerezos.

Su estilo se caracteriza por la sutileza, la profundidad psicológica y la ausencia de tramas complejas. Chéjov rechazaba el moralismo y prefería plantear preguntas en lugar de responderlas. Su carrera literaria comenzó con relatos humorísticos, pero evolucionó hacia una exploración más profunda de la condición humana. En 1898, el Teatro del Arte de Moscú, dirigido por Konstantín Stanislavski, revitalizó su obra teatral. Su enfoque narrativo daba prioridad a la atmósfera sobre la acción.

Ejerció la medicina mientras escribía, considerándola su verdadera vocación. Su vida estuvo marcada por la tuberculosis, que finalmente le llevó a la muerte en Badenweiler, Alemania. Su legado sigue influyendo en la literatura y el teatro contemporáneos.


Actores

Conoce a los apasionados artistas que dan vida a nuestros personajes.